Deportes - Luigi Malabrocca

Luigi Malabrocca

Siempre se ha dicho en el mundo del deporte que solo nos acordamos del que gana, a nadie le importa el que queda segundo y ya no digamos tercero. Y aunque suele ser una verdad como un templo, hay algunas excepciones, como Luigi Malabrocca, nuestro protagonista de hoy, que se convirtió en leyenda por quedar último intencionadamente.

Corría el año 1946 con una Italia sumida en la pobreza después de haber perdido la guerra. Las carreteras estaban destrozadas y los ciclistas se consideraban auténticos héroes. Había una gran expectación cuando se disputaba el Giro d'Italia para ver quién se llevaba la Maglia Rosa del campeón. A modo de pequeño homenaje, o recochineo, según se quiera ver, también se daba una maglia, en este caso negra, al último clasificado. Luigi Malabrocca, fue el más listo de la clase, y lejos de querer evitar ser el último para no enfundarse la maglia nera, la perseguía con anhelo. ¿Qué motivos llevaban a Luigi a hacerlo? Si bien es cierto que nadie ganaba más que el primero, al último, los aficionados que se acercaban a las carreteras para ver pasar el Giro le daban dinero en efectivo a modo de limosna por ser tan loser. Con su figura acrecentándose por momentos, Luigi consiguió reunir un botín solamente inferior al que se llevó el ganador.

Pero, ¿cómo se pierde en el ciclismo profesional? Es relativamente fácil perder tiempo, pero hay que acabar la etapa con un margen de tiempo máximo respecto al primer clasificado, lo que no es fácil de calcular y menos en 1946 sin pinganillos ni la tecnología actual. Malabrocca usaba estrategias de todo tipo, como por ejemplo, esconderse debajo de un puente. Cuando la gente ya lo conocía, lo invitaban a parar a comer en su casa en medio de la etapa, a lo que Luigi accedía gustoso, bajándose de la bici y haciendo un alto en el camino. A diferencia de sus compañeros en el pelotón, él no tenía prisa.

Pero sin lugar a dudas, mi anécdota favorita es cuando decidió esconderse en un pozo para perder tiempo. Un campesino del lugar se percató de que alguien se había metido en su pozo, así que se dirigió hacia allí y cuando dio con Malabrocca le dijo: "¿qué haces aquí escondido?", a lo que el ciclista le respondió con total convicción: "correr el Giro de Italia".

Es difícil ser más crack, así que, con todos los honores, Luigi Malabrocca se catapulta hasta la primera posición del maquinómetro del blog.

Con el tiempo, ha habido otros ciclistas que han intentado emular la gesta de nuestro protagonista en las grandes vueltas del ciclismo. Si os interesa la historia de estos eternos perdedores, os recomiendo el documental Los Otros |Farolillos Rojos, de Movistar.

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